1
- La primera vez que intentó tomar con sus manos el biberón, aunque no lo logró sujetar con fuerza, lo intentó y eso nos llenó de alegría.

2
- La Navidad que pudo pasar en casa con su familia y que nos hizo sentir como si nada malo estuviese pasando, como si todo estuviese bien, llenos de felicidad y con el fuerte deseo de que fuera así para siempre.

3
- La primera vez que, afirmándose de mis dedos índices, intentó sentarse, haciendo un gran esfuerzo y demostrándonos que con esfuerzo todo es posible.

4
- Recuerdo una mañana de verano, de las pocas veces que se encontraba en casa, que lo saqué en su coche al jardín, corría una pequeña brisa que mecía las ramas de los árboles y él se quedó hipnotizado con las hojas que se movían, como si le hablaran, y pensé lo fácil que es disfrutar de las cosas simples de la vida.

5
- La llegada y partida de mi hermano, hace un paréntesis en mi vida y en la de toda la familia, que marca un antes y un después, creo que todos nos impactamos con su llegada, su corta vida fue un proceso de aprendizaje para todos, y todos cambiamos después de su partida, porque su partida sólo fue de su cuerpo, porque su alma, su luz se quedo entre nosotros y nos ayuda a seguir adelante hasta que nos volvamos a encontrar.