Sobre
Eduardo
Un niño distraído según sus biógrafos, Eduardo vive su infancia y juventud en Valparaíso, una ciudad proclive al arte y la bohemia llena de colores, historia y rincones populares. A modo de entretención, por gusto y juego, aprende las canciones de Atahualpa Yupanqui sin que su padre se percatara. Su padre era aficionado a la música especialmente el folklore peruano y su casa estaba rodeada de intrumentos y sonidos altiplánicos.
Siendo un colegial, Eduardo conoce a su futuro compañero de banda, Claudio Parra, portador de la tradición musical de la familia de Violeta. Su ingreso a la carrera de Ingeniería permitiría que conociera con Mario Mutis otro futuro Jaiva. La primera banda se llamó "High Bass" y se dedicaba a animar fiestas con sonidos tropicales.
Pero un viaje de "Gato" por países altiplánicos donde encontraría inspiración espiritual durante dos años viviendo de la solidaridad sudamericana junto a su pareja Verónica, le hace volver a Chile cargado con un deseo irreprimible: quería hacer música original y desde las raíces.
Logra convencer de esto a sus compañeros quienes abandonan profesiones y expectativas económicas embarcándose en un proyecto musical llamado a romper esquemas e innovar con la fusión de folklore latino y rock. Nacían Los Jaivas nombre de onomatopeya al conjunto precursor.
Comienza un camino de experimentación y creatividad sin límites que consigue un producto único, mágico auténticamente latino, pero con la fuerza de las guitarras eléctricas y el rock.
En la banda sonora del Chile desde los setenta en adelante se inscriben muchos éxitos del grupo donde Eduardo se destaca como creador, compositor y la voz pública de la banda.
Eduardo Alquinta nos deja habiendo cumplido su sueño de entregar una música nuestra y con su banda convertida en un referente indiscutido de la música popular latinoamericana.