Apenas naciste, abriste tus grandes y hermosos ojos negros que desde un primer momento parecían comunicarlo todo, tu mirada curiosa, no se mantenía quieta observando todo a tu alrededor...desde tus primeros años de vida tus ojitos llamaban mucho la atención, no solo por su belleza sino que por lo que expresaban, ternura, alegría, sabiduría, comprensión. Mi niñito, mi Claudito, mi "churejita" como te decíamos en casa, cuantos recuerdos¡¡¡¡ que diera yo por tenerte físicamente con nosotros, pero amor, la vida nos depara inesperadas situaciones que nadie desearía vivirlas, pero tu sabiamente decías "es lo que me tocó vivir no mas". Siempre recuerdo nuestras largas caminatas de la mano, o abrazados ragaloneándonos siempre, no te importaba que ya en tu edad adolescente anduvieras con tu madre de la mano, siempre contento y haciendo miles de bromas o contándome tantas historias divertidas. Pero lo que era imposible, era poder lograr que contaras los secretos de tus amigas y amigos, los guardabas con mucha reserva a menos que fuera para pedir algún consejo, de lo contrario no contabas nada. Me encantaba tu confianza para hablarme de lo que querías en la vida, de lo que sentías, de lo que a ti te pasaba, nuestras profundas y largas charlas las extraño enormemente.