Sobre Vicente

Este insigne poeta nacional nace como Vicente García-Huidobro Fernández en Santiago el verano de 1893. Miembro de la aristocracia, su madre fue una activa feminista e interesada en la vida cultural del país. Su padre fue un heredero de los primeros españoles que llegaron al país.

Tras sus primeros años que transcurren en Europa, regresa a Chile a iniciar sus estudios en el colegio San Ignacio. El joven Vicente comienza a explorar en las letras con pequeños poemas, ensayos preliminares de lo que sería su posterior obre.

Era, eso si, un poeta singular. Ansioso por dar un giro a la lírica, llega muy temprano a escribir en un manifiesto que toda la poesía anterior no existe para él. Junto a otro gran escritor, Pablo de Rokha, dirige revistas literarias, por ese tiempo muy leídas.

En 1916 rechaza el ambiente literario chileno y emigra a Francia y Argentina donde publica sus primeros libros de poemas y colabora en prestigiosas revistas. Abandona csus coqueteos con el surrealismo respondiendo a este movimiento con una crítica racional, la misma que lo acercaría a la militancia momunista.
El creacionoismo aparecería en su obra en forma de curiosos caligramas y poesía en prosa.

Crear mundos en los que la imaginación humana supere las formas conocidas e incluso a la naturaleza es el constante cometido de Vicente y pronto su escuela creacionista reúne numerosos adeptos.


De poeta a político, Huidobro intenta aspirar a la presidencia de Chile pero no consigue el apoyo que esperaba. Hacia 1925 angustiado por el fracaso político y con problemas matrimoniales, conoce a Ximena, una estudiante de quince años de quien se enamora perdidamente. Esperaría a que la menor cumpliera la mayoría de edad para raptarla a la salida de su colegio y escapar con ella a París donde en adelante viven felices.

sería una época muy fecunda para el poeta, termina varios trabajos pendientes y comienza a imaginar la que sería su obra más conocida: Altazor. Este sería su obra cumbre y mayor aporte al movimiento que hubo de fundar.

Vicente muere en la playa de Cartagena en 1948 siendo un connotado creador rodeado de la alta intelectualidad americana y europea. La vanguardia artística de todos los tiempos encontrará en Vicente renovadas fuentes de inspiración

El epitafio de su tumba dictado por él mismo reza "Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar".