Sobre
José Manuel
El futuro presidente Balmaceda nace en 1840 en el hogar del matrimonio formado por el senador Manuel José de Balmaceda y Encarnación Fernández.
Aunque muy observante de las normas católicas, la familia Balmaceda tenía una tradición liberal. El joven Manuel educado en un comienzo en el religioso colegio de los Sagrados Corazones, abandona más tarde el camino de la formación católica e ingresa al Instituto Nacional, de tradición laica.
Cerca de los veinte años, José se dedicaría a colaborar en las tareas del campo en las tierras de su padre, un acaudalado aristócrata descendiente de vascos.
Pero bajo la influencia del padre, pronto despertaría en él la vocación política. Comienza a tomar contacto con grupos de librepensadores reunidos en el llamado Club de la Reforma. Allí destaca por su oratoria y elocuencia.
José adquiere cierto renombre en los círculos políticos y es llevado por el presidente Montt como secretario personal a Lima en 1865.
Su carrera como político de profesión comienza al ser elegido diputado por Carelmapu, siendo reelegido en tres ocasiones.
Su carrera toma un peso considerable al ser nombrado embajador plenipotenciario ante Argentina, logrando qeu la nación trasandina se mantuviera neutral frente a la Guerra del Pcífico que en ese momento libraba Chile contra la confederación Perú-Boliviana. Las confianzas crecían y al siguiente gobierno de Domingo Santa María sería nombrado Canciller y Ministro del Interior.
Era el momento de dar el paso hacia la presidencia y Balmaceda logra concitar el apoyo de la coalición liberal. Logra el sillón presidencial con 324 de 330 electores de todo el país.
Su visión de país daba gran relevancia a la educación como motor de desarrollo y progreso de la nación. Balmaceda creía que era nacesario ordenar la forma en que eran extraídos los recursos básicos de Chile y evitar la injerencia de potencias extranjeras. Esto le valió las críticas de muchos miembros del Congreso a quien Balmaceda acusaba de estar comprados por el "oro foráneo".
Su plan de gobierno incluía grandes obras públicas como caminos y hospitales. Pero su sueño profundo era unir bajo un mismo norte a toda la familia liberal y la nacionalista, por entonces dividida.
Diversos conflictos económicos, eclesiásticos y políticos, llevaron a su gobierno a verse constantemente enfrentado al Congreso en una lucha entre el parlamentarismo y el presidencialismo como forma de administración.
Hacia 1891 el conflicto entre el congreso y el Balmacedismo se agudizaba. El presidente consideró apropiado defender su gobierno aliándose con un sector del Ejército. Pero sus oponentes en el congreso ya tanían fraguada una conspiración con la Armada: se desataba la guerra civil.
El desastre era mayor y los excesos de un lado y otro se sucedían con gran crueldad. Balmaceda delega el poder en varias oportunidades pero el equilibrio de fuerzas era insostenible.
Derrotado militarmente, asume que debe salvar su vida. Encarga a su familia en un lugar seguro y, acorralado se suicida en la embajada Argentina.
Sería el fin de los gobierno liberales y de la mesocracia. Quedan sus numerosos escritos sobre una idea de país en democracia y desarrollo. Uno de los grandes presidentes del siglo XIX nos dejaba un 19 de septiembre de 1891.