Sobre
Quiero compartir con ustedes los sentimientos de toda nuestra familia: Hijos, nietos, bisnietos, nueras, yernos y todos aquellos que llevamos los más preciados recuerdos de Graciela Inostroza en nuestros corazones.
La verdad es que nos sentimos muy orgullosos de haberla conocido. Tenemos el corazón acongojado y debemos reconocer que te nos has muerto, sin embargo debo decir que no te has ido, nuestra querida Chelita se queda con nosotros para siempre en la conciencia y sentimientos de todos aquellos que valoraron su sacrificio y entrega, expresión más clara que su inmenso amor.
Las palabras y sentimientos que queremos expresar son solo de agradecimientos para esta bella mujer que se ha marchado de este mundo que conocemos para vigilarnos desde el cielo. Hoy, tratamos de enlazar los mensajes que con lágrimas nos salen del alma, palabras que acompañaran esta tristeza por una ausencia que nos ha marcado como familia.
La nostalgia nos visita trayendo a la memoria recuerdos de esa gran mujer, una mujer maravillosa, llena de fuerza, llena de vitalidad, llena de vida, abnegada y en ocasiones, con grandes sufrimientos, que logró forjar esta maravillosa familia que hoy la recuerda.
Tenemos tanto que decir, sin embargo nuestra pena enmudece nuestros sentimientos. Estamos tristes, porque se ha ido el legado más grande de los Hidalgo, nuestra madre. Lo digo así, pues sabemos lo que significa llevar este apellido. Un orgullo inmenso, una estampa asombrosa que nuestra querida Chela nos ha enseñado a cultivar. Sabemos el orgullo que significaba en ella ser esposa de Segundo Hidalgo, aquel hombre que durante largos años acompañó tu caminar y te hizo madre de 14 hijos.
Nada le fue dado, nada se le regaló, todo fue cimentado con esfuerzo. Cada cosa fue creada de la mano de su esposo, con gran generosidad y esplendidez. Paso a paso se fue formando esta gran familia que sin esta gran luchadora no habría sido posible. Sabemos como apreciaba el compromiso y la honradez. Más que el trabajo, apreciaba cuando las cosas se hacían bien. Mujer de exigencias, en ocasiones irritante de minuciosa, pero todo lo que exigió a los demás se lo exigía a ella igualmente. Su espíritu de superación era inmenso y a veces sufría por eso, pues largas horas de trabajo pesaban en su cuerpo. Siempre se apoyó en nuestro padre y abuelo, haciendo una familia organizada, trabajadora y próspera. Su fortaleza le venía del alma, con una generosidad, de espíritu envidiable, siempre pensando en sus hijos y en la felicidad de su familia.
Queridos amigos, Graciela Inostroza fue para nosotros una mujer ejemplar. Ha dejado un vacío enorme para todos, para toda nuestra familia. Nos dejará un enorme cúmulo de lecciones, de ejemplos y de maravillosos recuerdos. Podría decir que nos quería a todos por igual con todos nuestros defectos y cualidades. Estaba siempre en su mente nuestro bienestar y el de nuestros hijos. Nosotros crecimos en un hogar ejemplar lleno de armonía y responsabilidad. Era un matrimonio tranquilo, de gran compañerismo y energía. Pensando siempre en los demás, comenzó a construir y moldear en etapas lo que hoy nos ha quedado de recuerdo: Su hogar y debemos decir que tal casa es símbolo del descanso, del relajo y de la unión de su familia: Los Hidalgo Inostroza.
Sí, es cierto, posiblemente tu partida nos distancia en algún sentido, pues ella era el alma de este hogar, era la luz de esta linaje que nos guió y nos acogió, pues por ella nos reuníamos domingo a domingo para visitar a nuestra querida mamá y abuelita. Esas grandes reuniones donde nos alegrábamos y divertíamos inmensamente. Sé que nos escucharás porque no te has ido y nunca te irás porque estás en cada latido, en cada lágrima y en cada suspiro que nos recoge esta partida. Ahora mismo estás, estás viva, pues tu esencia sigue, tu recuerdo, tu ejemplo, tu valor y tu esfuerzo han quedado plasmados en nuestra memoria y en nuestro espíritu, escritos en el corazón.
Mujer admirable, no has muerto, y nunca lo harás porque no se muere cuando el corazón deja de latir, pues se muere cuando en los recuerdos se deja de existir y tu estás presente, estas aquí en el espíritu de esta familia que tu has logrado con trabajo y consagración.
Cuántas veces hemos escuchado decir que debemos reconocer en vida el afecto a nuestros seres queridos, sin embargo y por desagracia eso aún no lo comprendemos y debemos esperar estos momentos para reconocerte tanta generosidad y dedicación.
Te retiras para descansar en el más allá, nos consuela el que nos dejas inundados de gratísimos e inolvidables recuerdos.
Hasta siempre querida mamá, abuelita, bisabuela y suegra.