Sobre Karol

Desde la infancia, el pequeño Karol creció rodeado de la doctrina cristiana católica como era el deseo materno. En su juventud conoció el trabajo duro y la persecución nazi, hecho que lo motivo a alistarse en la iglesia siguiendo sus convicciones y vocación.

El joven Karol tuvo sus inicios en las tablas actuando para ganarse la vida pero también por vocación mientras era perseguido por la Gestapo.

La fe habría de llamarlo en la clandestinidad siendo ordenado sacerdote en 1946 mientras europa era liberada del nazismo.
Su carrera eclesiástica fue destacada llegando rápidamente a convertirse en obispo de Cracovia y posteriormente cardenal a los 47 años. También fue profesor de Teología en varias universidades.

Su ascenso a la sucesión de San Pedro estuvo marcado por una serie de deasfíos de la iglesia en la era de las comunicaciones, la guerra fría y un candente debate moral. Juan Pablo II iba a improntar su sello en todos estos temas con una fuerza y apoyo extraordinarios.

El Papa se propuso llevar a la iglesia a un sitial de protagonismo en el orden mundial, mostrándose cercano a la gente, viajando constantemente y elaborando un sinnúmero de encíclicas que plasmaban sus deseos de paz, justicia y una moral ligada a las enseñanzas de Jesús.

Visitó practicamente cada país del mundo sufriendo incluso un atentado en 1981 pero no cesó de llevar mensajes de paz y de amor que en cada ocasión dejaron una huella en los pueblos y gobernantes.