Sobre
Claudia Andrea
Mi hermana nació en Antofagasta, fue la segunda de tres hijas. Ella era muy regalona de la familia de mi mamá, demostró durante su niñez ser una niña muy alegre y activa. Poco a poco se fue desarrollando como toda una señorita. Era una muy buena hermana, siempre preocupada de su familia. Cuando se necesitaba comprar algo, ella de inmediato lo compraba sin ningún problema. Siendo ya una jovencita, perdió la timidez que sentía desde niña hacia las personas que no eran de la familia.
Nos trasladamos a Curicó, donde completó sus estudios básicos en la Escuela República de Argentina y luego logró continuar sus estudios de Educación Media Técnico Profesional en el destacado “Instituto Politécnico Superior Juan Terrier Dailly”, llegando a cursar hasta Cuarto Medio con 17 años.
Mi hermana era físicamente muy hermosa: de estatura baja -medía 1,50 mt.-, delgada, de piel blanca, ojos negros, pelo negro, largo y liso.
De carácter muy risueño y solidario, veía que todo era bueno, que en las personas no había maldad. Le encantaba bailar y escuchar música romántica. Su artista favorito: Luís Fonsi. Le fascinaba el chocolate y su frase cotidiana era “bkn”, aunque a veces se ponía poco expresiva y callada.
Cuando conversábamos me enseñaba que debía estudiar para ser alguien en la vida y cómo debía darme cuenta de quiénes son los verdaderos amigos. Es difícil acordarse y estar en este momento relatando la vida de mi hermana, a quien recuerdo con mucho amor, cariño y alegría. Son tantas las cosas que contaría de ella, pero se nos haría insuficiente el tiempo. Cuesta mucho pensar y aceptar que aquella persona que te vio crecer, que un día sonrió y lloró por muchas alegrías y penas, entre otras cosas mías, “ya no está a tu lado”.
Como familia es duro que no esté una hermana, una hija, una amiga, la cual era una excelente persona. A pesar de la pena que nos invade porque no le fue posible querer seguir en esta vida, sabemos que ella nos cuida, nos protege, que está con nosotros acompañándonos desde el cielo.
Queremos decirte, Claudita, que te amamos y recordamos, y te tendremos siempre en nuestros corazones.
¡¡Ah¡¡ y ten por seguro que nos volveremos a ver.